A Don Eugenio Salazar

Un texto escrito por el profesor Jorge Carpio Carpio, en marzo del 2002, se trata de una reseña de la vida y obra de este vecino notable del pueblo de Moho, el señor Eugenio Salazar.

Don Eugenio Salazar Carpio, natural y vecino notable del entonces próspero y pujante distrito de Moho, de la provincia de Huancané, hoy capital de la provincia de San Pedro de Moho nominado por personajes entendido amantes de la naturaleza y belleza, como el jardín del altiplano por su clima y producción de lindas flores como sus rosas, claveles, pensamientos, dalias, gladíolos y tantas otras que prestigian nuestra tierra. Don Eugenio, como lo llamábamos la pléyade de flamantes jóvenes de la década de los años 50, ávidos de emular el espíritu de trabajo, la nobleza, honestidad, hospitalidad, el don de gentes, al amor a los valores espirituales, como la música, pintura, la poesía y otros que ostentaban con mucha claridad los miembros de la generación que nos ante cedía, dentro de la cual, sin lugar a dudas, brillaba con luz propia Don C. Eugenio, porque fuimos testigos de que él fue un genuino representante de la vecindad de Moho, que fue un padre amoroso y esposo ejemplar, vecino que participaba y promovía los trabajos comunales como autoridad, al margen de su dedicación al cultivo d lindas flores en su bien cuidado jardín como también lo hacían los demás vecinos.

De manera especial, es necesario resaltar sus dotes de músico y compositor, pero de aquella música del incomparable carnaval moheño, plasmado en sus preferidos pinquillos que el mismo los hacía cantar, reir y hasta llorar, autor de muchísimas pinquilladas en las que jóvenes y viejos bailaban en pandillas ya tradicionales, dentro de tantas es autor de la llamada Gilmita dedicado a su adorable nieta, hija de Irmita y Pedrito, lamentablemente ambos fallecidos.

En otra faceta de la vida de Don Eugenio, lo hemos conocido como el vecino con verdadera vocación de servir a los suyos, desempeñando por mucho años el cargo de Gobernador del Distrito, posteriormente la de Juez de Paz, cargo en el cual un día de febrero del 68, ofrendó su vida, cuando justamente atendía una diligencia judicial para ser más justo, en el mismo terreno, víctima de un paro cardiaco, dejando en la más honda pena a su querida familia.

Por estas razones más claras y evidentes, de la calidad personal de Don C. Eugenio Carpio, es que invoco a las autoridades actuales de nuestro querido y añorado Moho, a ofrecerle un justo y merecido homenaje y reconocimiento, por su labor como ejemplar vecino, cultor de la música moheña, amante de las lindas flores que han honrado a nuestro Pueblo, por su desempeño eficiente como autoridad política y haber participado siempre en los múltiples trabajos comunales.

Arequipa, 07 de marzo del 2002

Jorge Carpio Carpio