Moheños, muju k’ulis

Cada vez que visito a mi tía Ali (Adelaida Zumarán) me nutro con las muchas vivencias que me cuenta de la vida en su (nuestro) Mujumarka de siempre. Esta vez salió el tema de que a los moheños nos llamaban muju k’ulis. ¿Por qué?

Una de las cosas que nunca se borra de nuestra mente es el pan que comíamos allá, el ina t’anta, mantek t’anta, los molletes, las k’aukas, las sarnitas, las empanadas, los bizcochos, bizcochuelos, galletas y maicillos.

Dicen que en Vilquechico, Huancané y pueblos a los que se llevaba el famoso pan moheño, -de incomparable sabor y el más apreciado-, nos llamaba muju k’ulis porque k’uli es quemado. Cuentan que en Moho, sólo quedaba el pan quemado y malogrado para venderlo ahí mismo.

Con esto vienen los nombres de las conocidas señoras que  producían el pan de cada día y también los panes de fiestas. Algunos de estos nombres son la señora Sabina Machicao, la señora Rosita de Apaza (en la esquina de la plaza de Grau con Comercio, de Andrés Apaza), la señora Isabel Provincia, la señora Conchita, la señora Rudecinda (mama Lulinta), la mama Cunsicha y luego, posteriormente los hermanos Paniura.

Me cuanta también mi tía Aly que mucha de las harinas utilizadas en ese entonces provenía de los dos molinos que tenía el pueblo, el de Milli Milli y el de Muk’uraya.